Quédate en esta fría madrugada.

Vi imposible el camino sin tu mano sosteniéndome a mi lado. Pensé que eras mucho más de lo que demostras ser hoy. Pensé que te sobraba valentía, pero se ve que lo que te sobra es la cobardía. Odio el fino silencio que genera tu orgullo, puede que te haga sentir más fuerte pero nunca vas a ganar nada así.

Ya no se que hacer contigo o talvez mas bien, ya no se que hacer conmigo… no se que hacer con nosotros. Dicen que cuando las cosas andan mal, es mejor distanciarse del amor por un tiempo, pero también dicen que el amor verdadero jamás te abandona. No se como actuar, no se que pensar, ya no se que preguntar ni cuestionar. Solo siento miedo, miedo a que te alejes de verdad, miedo a que te aburras de mi y de dejar de ser aquello que tanto te gustaba. Nunca valoraste todo lo que hice por ti y jamás lo vas a hacer, pero lo entiendo, esa es tu manera de ser. Pero a veces pienso, cómo puedo ser tan estúpida de estar con una persona que no perdería ni un momento de su vida por mí?

Ya no voy a llamarte, no voy a buscarte. No voy a llorar pensando en todo lo que me prometías, ya no voy a sufrir, ya no. No digo que no voy a extrañar tu sonrisa antes y después de cada beso, no digo que no voy a extrañar esos repentinos momentos de ternura, no digo que no voy a extrañar tu forma de hacerme las cosas más difíciles, no digo que voy a extrañar tus cosquillas o nuestra forma de molestarnos como niños, no digo que no voy a extrañarte. Sólo digo que ya esta, ya no queda mas nada que hacer, ya se rompió, se gasto y se arruinó eso que alguna vez queríamos llegar a tener. Pronto voy a dejar de pensarte todo el día, dejaré de llorar cada vez que una persona me recuerde tu existencia y con el tiempo las heridas sanaran por sí solas. Te agradezco por haberme hecho madurar y por enseñarme que todo no es color de rosa, fue un placer tenerte hasta el amanecer.