Quizás él ame lo que tanto odio de mí.
Algún día todos seremos afortunados, la suerte se cansará de esquivarnos para por fin golpear nuestra puerta. Alguna vez todas las piezas serán ordenadas y los por qué cobrarán sentido. En algún momento justo, la chispa ocurrirá y simplemente llegará... Llegará esa persona que tanto espero pero a su vez temo encontrar.
Conoceré con quién compartir silencios sin que resulten incómodos. Alguien que amará verme despeinada cada mañana. Que besará cada una de mis imperfecciones y aún si me creerá perfecta. Que elogiara mi belleza sin la necesidad de ser sutil conmigo. Que pretenderá conquistarme siempre, sabiendo que ya soy suya. Que me hará sonreír en mis peores momentos porque simplemente siempre querrá lo mejor para mí. Que borrará cada herida y completará cada hueco de amor. Que se aferrará fuerte a mi cintura y me abrazará por miedo a perderme. Que limpiará cada huella que dejaron las tristeza y purificará mi corazón. Que amará oír mi voz y mis tontas historias. Que disfrutará pasar el correr de los años conmigo. Que no se cansará de mis besos o el dulce de mis caricias. Y sobre todo, mantendrá intacto el amor.
Algún día llegará esa persona con la intención de no soltarme nunca.
Algún día llegará esa persona con la intención de no soltarme nunca.
Quizás necesitamos a alguien que nos haga ver que en los domingos no estamos solos, y que los lunes no son tan malos como parecen.
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