martes, 26 de marzo de 2013

Como quisiera quererte un poco menos.

No tengo derecho a tratarte tan mal.



Siento ese nudo en la garganta que me invita llorar pero no quiero acompañarlo. Me cuesta tanto entender el sentido de mis penas y aún más expresarlas. Que complicado ese momento en el que no sabes qué te pasa, pero estas segura de que algo pasa. Hay un vacío en mí que no se llena, una herida que no sana y un dolor que no se alivia. Siento culpa, siento tristeza y siento miedo, terror a que todo sea un error, terror a errar. Cada vez me siento más lejos, mas distanciada a lo que me hace bien y más cerca de lo que me amarga. Es normal la melancolía de un domingo por la mañana o la nostalgia de un triste viernes por la noche, pero que esto suceda todos los días, no lo es. Quiero saber que me pasa, necesito saberlo. No hay día en el que no piense como solucionar todo, planeando palabra por palabra e imaginando escena tras escena. Pero cuando el momentos de los hechos asechan, nada bueno sale de mí. Reprimiendo siempre reprimiendo, guardando sentimientos, tragando palabras y ocultando dolor, cuánto más debo soportar para que explote? No comprendo como logro soportar tanto, como muestro la cara que no quiero, como falseo mi realidad. Mentiras, farsas, puras injurias han salido de mi boca sin ni siquiera haberlas sentido. Perdón por lastimarte, pero no puedo cambiar. La verdad es que debería agradecerte por cuidarme, pero no hago más que maltratarte. No logro demostrarte mi amor, no fui hecha para esto; veo lo tierno en otro lugar, pero nunca jamás en un nosotros. Siento que te lastimo, que no soy lo mejor para vos. No me mereces y mucho menos te merezco, lamento decirte esto. Aléjate por favor, no quiero causarte mas daño.


Me encantaría robar tu corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario