Sólo te pido una sonrisa más para saber como sonreír de aquí en más.
La primera vez que tus brazos me acurrucaron, la primera vez
que tus labios me pronunciaron un tierno te quiero, la primera vez que tus ojos
me trasmitieron amor, la primera vez que me abrazaste tan fuerte como para jamás
dejarme ir, la primera vez que me ofreciste tus hombros para dormir, la
primera vez que me perdonaste, la primera vez que me brindaste tu ayuda y la
primera vez que me transmitiste tu experiencia. No olvido las mañanas juntos,
los ricos desayunos, los dibujitos que nos hicieron reír, los juegos que nos divirtieron,
la imaginación que nos hacia volar, los ‘portate bien’ que me enojo, la música
de tu vieja radio, tu voz ronca, tus historias de vida que tanto me gustaban y la atención que tanto te prestaba. Si hubiera sabido que tal vez esa seria la última vez, te
hubiese pedido que nuevamente me abrazaras. Que revivieras conmigo lo vivido. Si tan solo hubiera sabido que ya nada se repetiría, no me arrepentiría de haberte dicho lo que mucho que te aprecio y me gustaba estar a tu lado.
Pd: Si cada flor que te llevamos te devolviera la vida, no
habría flor en este mundo que no te llevaría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario