viernes, 18 de enero de 2013

Todo se termina, todo menos vos.

En la vida cada final es un nuevo comienzo.




Normalmente vos eras mi fuente de inspiración, va además de otras cuantas maravillas que me obsequio la vida, pero hoy ya no le encuentro sentido a escribirte. La verdad es que jamás pensé que podría llegar a sentirme como ahora, tan libre, tan feliz, sin penas por las cuales llorar. Pensé que era un proceso de días, semanas, meses, años, pero no, todas mentiras. No niego que al comienzo no me sentí abrazada a la soledad y sin nadie que me entienda, pero luego note que… Es increíble como la gente cuando transmitís felicidad te devuelve el doble y cuando le regalas una sonrisa te devuelve un gracias, ya no quiero dejar de sentirlo. No quiero dejar de vivir esta locura tan hermosa que solo pasa una vez y no me alcanza el tiempo para hacer todo lo que quiero. Yo solo pienso, cuántas cosas me hubiese perdido por tener lo ojos cerrados? Por encerrarme en mi mundo? Muchas que hoy lamentaría.
Me di cuenta que al soltarme, las pequeñas cosas se volvieron más bellas y los detalles cada vez más valiosos. Que las personas son todas un libro del cual aprender y que los errores lo cometemos todos. Que sobra el tiempo para lamentarse pero nunca para festejar. Que la fiesta nos une y nos da felicidad. Que la felicidad es compartida y es mejor vivir sonriendo. Que no necesitamos a nadie para reír y menos para vivir. Que es mejor vivir no esperando nada de nadie y entendiendo que todo llega cuando deba llegar.

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