miércoles, 29 de junio de 2016

¿Alguna vez dejan de doler las viejas cicatrices?


Cuántas veces me aleje de vos porque creía que no había otra salida... y cuántas veces corrí a buscarte por miedo a perderte. Fueron cientas nuestras idas y vueltas, nuestros ir y venir. Fueron tantos que ya perdí la cuenta, pero no el sentir.
¿Cuántas veces fui a encontrarte y volví con el corazón partido? ¿Cuántas veces camine con los ojos llenos de lágrimas por las calles vacías de esta gran ciudad? ¿Cuántas veces agote todas mis mentiras para armar la cuartada perfecta para verte?¿ Cuántas veces me viste llorar de tristeza? ¿Cuántas veces me sentí sola aún con tu compañía? ¿Cuántas veces me dí por vencida?
Y así empezó, más que entre risas y alegrías, lo nuestro fue de amargura y cobardía. Como si nuestro amor sólo nos hiciera doler.
 Y es que yo no se por qué me pesa tanto en el alma, el simple hecho de tus mentiras... y aunque todas mis fuerzas deseen olvidar, lo siento, pero no puedo. Porque soy así hecha a sangre y fuego, de esas que lo recuerdan todo, cada error y palabra que me lastimó el corazón. 
Con un poco de rencor y un poco de ternura, hoy sólo quiero mi amor cerrar los ojos y empezar de cero.

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